GR_Captive Beast_01

Título: Captive Beast
Serie: Generador Rex
Pareja: Cesar x Biolobo (quizás un poco de Van Kleiss x Biolobo)

capitulo: Cautivo...


Que  dolor…su cabeza estaba palpitando tormentosamente, sentía su cerebro como salido de una licuadora. Tenía frio, en ese lugar, donde quiera que estuviera, hacia frio...un frio metálico.

Sus ojos no lograban ver nada, estaba todo oscuro, ni el mínimo rayo de luz, y solo, en silencio, incluso su respiración era muy notoria, solo la suya…y el murmullo del metal, el metal de su armadura, aunque se escuchaba ahogado como si rozara con algo suave, estaba sobre una camilla? Podía sentir como la superficie donde se encontraba temblaba y se desplazaba un poco. No podía mover sus manos, sus piernas si, aunque las sentía pesadas y dormidas, pero parecía que tenía unas esposas o algo así.

-aaah….- intento levantarse, pero en cuanto jalo sus mano, se dio cuenta que estaban no solo esposadas, sino atadas a  un tubo, hueco por lo que podía oír, sería fácil romperlo.

Pero cuando dio un fuerte tirón, nada ocurrió.

-demonios!- aquel lobo metálico siguió tratando de liberarse, dando fuertes tirones a sus brazos, pero nada. Volvió a recostarse, cansado, sintiendo el aire viciado en aquel lugar. Cerró sus ojos y trato de pensar como escapar

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La gran maquina hacia ruido y su campo eléctrico era visible ya.

-y después de unos instantes, el EVO ha sido mejorado.- el doctor Branden Moses anunciaba ante la audiencia de pantallas. Una de ellas estaba apagada, ya que su espectador se encontraba justo ahí, presenciando el experimento, asegurándose que lo que había pagado diera frutos.

-tranquilo.- le murmuro aquel científico con una sonrisa serena en su rostro. –No importa que no sea incurable, el resultado será el mismo.- se acercó saliendo del rango de las cámaras. –velocidad, y fuerza aumentadas, reflejos afinados…será un máquina de guerra.

-eso espero, te entregue a uno de mis mejores soldados para esta prueba.- la voz seria y sensual hizo temblar al hombre, confiaba en su trabajo. Pero nunca era bueno defraudar a un cliente tan peligroso y  temperamental como Van Kleiss. –y espero ver resultados.

La puerta de aquella espantosa maquina se abrió lentamente, y una densa nube de humo escapo por la abertura, sumiendo aquella sala en una atmosfera de misticismo. Los espectadores se inclinaron, tratando de ver mejor lo que surgía de allí.

Dentro de esa máquina todo estaba en penumbras, tan solo resaltaban un par de ojos carmesí que destellaban amenazadoramente. Sus pasos resonaron sobre la lámina del piso, seguidos de un suave susurro de sus garras al arañar el piso.

Los murmullos se apoderaron de aquel lugar al ver surgir de aquella penumbra un joven esbelto, delgado y fino, con la piel blanca como porcelana, y un largo cabello de color níveo. Era casi un humano, casi…demasiado perfecto…con el cuerpo suavemente torneado. Pero…aún era un evo, sus rasgos eran notorios: de entre las hebras platinadas de su cabello surgían unas largas y esbeltas orejas de lobo, que se movían suavemente, siguiendo el sonido; a la mitad de su brazo, un poco abajo del hombro, había un brazalete metálico, adornado por una especie de joya rojiza y debajo de ella la piel, más pálida que la del resto del cuerpo casi como la de un cadáver, parecía romperse, o rasgarse, y dejaba ver unos músculos de color purpureo o quizás grisáceos, aunque solo era una ilusión óptica. Y al final, en lo que debería ser una mano….había cinco garras de color purpureo, que reflejaban la luz como si fueran de metal, pero se doblaban fácilmente a las órdenes del EVO.

Avanzo un poco, saliendo de la bruma que aun manaba de aquel armatoste, y sorprendió a los espectadores al dejar ver sus piernas: apenas cubiertas con algunas láminas de blindaje, terminaban en lo que parecían dos patas de algún tipo de canino metálicas, con sus respectivas garras similares a las de sus manos.

-eso no es una mejora.- le reprocho van Kleiss al ver lo que habían hecho con su general.

El EVO miraba su cuerpo con interés, estaba aturdido por el proceso. Tenía bastante tiempo que había dejado de pensar en el como un humano…

-tranquilo, tranquilo.- Moses le hizo el pare con las manos. –No juzguen solo con la apariencia.- saco un control remoto y presiono un botón.

Uno de los muros se abrió lentamente y de allí salió un evo bastante grande, con apariencia de oso, pero con el tejido carcomido y mutado. Sus pasos hicieron temblar la sala y la conexión delas pantallas fallo un poco, pero ninguno de los asistentes se perdería eso, no si podían invertir en ello después.

El recién mejorado EVO ni siquiera le miro, estaba demasiado absorto mirando el movimiento de sus manos y sus nuevas garras.

-Biolobo…acabalo!- le dijo van Kleiss, estaba molesto y si no veía resultados descargaría esa furia en cierto científico.

Esa orden basto para centrar al EVO en la batalla, levanto el rostro y  miro a la bestia que cuadriplicaba su tamaño y peso. Pero no se amedrento, no era propio del general de Van Kleiss.

Dejo que el EVO se acercara… Cerca... tan cerca que sentía la vibración de su cuerpo en las patas. Y de la nada, brinco, escapando de sus zarpas y callo cobre su espalda, clavando sus garras  por entre el pelaje. Su velocidad había aumentado, ese cuerpo sin protección era muy ligero, fácil de maniobrar.

El oso intento sacárselo de encima, pero cuando su zarpa iba a golpear al lobo, la piel de la espalda de Biolobo se desgarro y dejo ver una columna vertebral metálica, por apenas un instante, mientras de ella se desprendían una placas de una aleación azul que cubrieron el cuerpo del EVO y detuvieron el golpe sin problemas.

-que dices, Van Kleiss?- Moses sonrió triunfal. –acaso no es una mejora? Y si no me crees, puedes revisar las mediciones que hicimos a tu evo antes del procedimiento.

Aquel descomunal EVO soltó algunos golpes más…pero cayó al piso y comenzó a jadear desesperado.

El lobo bajo de un salto de aquella bestia y admiro sus garras, había algo diferente en ellas. Miro al oso, y pudo ver como la herida se había necrosado casi al instante.

-veneno?- sí, lo había sentido correr por sus garras al atacar al oso, casi como una inyección. Se acercó a su amo y su armadura se volvió aplegar en las vértebras de su espalda. –Listo, amo.- murmuro mirándole entre las hebras de su cabello platinado.

La desnudez de su cuerpo no le importaba, tanto tiempo como un evo podía hacerte olvidar algunas reglas y costumbres de los humanos. El pudor no era más que un mito. Pero los empleados de Moses le llevaron una sábana e insistieron en que se cubriera.

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Después de eso no recordaba gran cosa, imágenes de Abyssus, peleas….y todo se tornaba borroso.

Escucho unos pasos que se acercaban, y en cuanto la puerta se abrió… una luz fluorescente le cegó.

-ah ya despertaste.- esa voz amable y juguetona le hizo girar sus orejas para enfocar la fuente del sonido. –lamento haberte dejado solo. Fui a revelar las placas que te tome, me entretuve viendo la estructura de tu columna vertebral.

Biolobo entrecerró los ojos y logro distinguir la silueta de aquel chico, hubiera jurado que era Rex, de no ser porque era un poco más alto y hablaba con un acento extraño el inglés(1).

-es impresionante la forma en que tu estructura se ha hecho modificable, el metal que forma tu armadura es una aleación muy interesante. Crees que podría tomar una muestra?- aquel científico se acercó y miro al EVO. –aun estas mareado por el somnífero?

El lobo gruño en respuesta y trato de alejarse de aquel latino.

-tranquilo, los efectos secundarios pasaran rápido. - cesar se movía confiado, tranquilo, alrededor del lobo. Dejo las radiografías en una mesa y se acercó al lobo metálico con un escáner en las manos. –porque no me muestras tu forma humana?

El lobo se tensó de golpe, como sabia de su modificación genética? Nadie, aparte de Van Kleiss y los inversionistas lo sabían. Le giro el rostro y murmuro

-no sé de qué me hablas.-

-no?- cesar prendió una máquina y una de las pantallas mostro el video de su trasformación

-Como...como obtuviste eso?- le miro sospechando.

-tengo mis contactos.- le respondió el chico sonriendo. No parecía tener el dinero como para ser uno de los inversionistas, acaso había interceptado la trasmisión?

Cesar se acercó con un collar para evos en las manos, era el más estilizado que Biolobo había visto, los que providencia usaban era anchos y estorbosos. Ese casi aprecia el de una mascota, y no le gustaba para nada.

-no te atrevas.- le gruño. Pero el latino se acercó sin miedo y rodeo el cuello del EVO con ese collar. –quítame tus manos de encima, humano!- gruño mostrándole los colmillos, pero el dispositivo inhibidor de nanites le hizo estremecerse y sin que pudiera controlarlo, su armadura se plegó y dejo expuesto su vulnerable cuerpo semi humano.

-shhhh shhh tranquilo.- aquel científico le acaricio la cabeza como si fuera un cachorro, ignorando el hecho de que podría matarle con solo un golpe, aun sin los poderes de EVO. –tan solo quiero analizarte un poco, eres un raro espécimen.

-no soy un ratón de laboratorio!- trato de morderle la mano, pero el latino le sujeto del mentón y comenzó a revisarle los dientes.

-mmh sorprendente, tus caninos son más largos de lo normal.- aquel joven sonreía. –que tanta fuerza posees? Puedes partir hueso con ellos?

-nngh!- el lobo  EVO se retorció y logro apartar las manos de Cesar de su boca. –aagh! Suéltame!

-oh, vamos. Quédate quieto y déjame analizarte.- cesar le miro como si fuera un pequeño cachorrito mal portado. Pero Biolobo no era un EVO pacífico y mucho menos un cachorrito mimoso.

-no, no dejare que un humano cualquiera me toque.-

-qué te parece si hacemos un trato?- el hermano de Rex se acercó poniendo sus brazos sobre la camilla se acercó al lobo. Aquel evo gruño desconfiado y giro el rostro

-un trato?

-sí, te dejo ir.- le propuso. –pero tu dejas que yo te analice, que te parece?

Biolobo lo pensó un poco, quizás sería una trampa, quizás solo quería que se quedara quieto y ya después le metería en una jaula o una celda. Pero…quizás si jugaba bien sus cartas podría escaparse y obtener su venganza.

-muy bien.- aquel canino esbozo una sonrisa y dejo de pelear. –Seré tu conejillo de indias, a cambio de mi libertad.- esos ojos carmesí se entornaron coquetos y se revolvió sobre la cama dejando su cuerpo a merced del latino.

Cesar no pudo disimular su sonrisa y se acercó para poder inspeccionar ese cuerpo con más detenimiento, comenzando con ese fino rostro.

-lindos ojos.- comenzó a observarlos bajo una luz. –un color maravilloso, y un reflejo de pupila muy bueno, parece que tienes "tapetum lucidum(2)", puedes ver en la oscuridad?

-aah...si, si puedo.- el lobo cooperaba mansamente. Observando a aquel joven con detenimiento. Se parecía a Rex ciertamente, pero tenía un aire seductor, un poco más maduro que el arma secreta de providencia no. Pero también podía ver un dejo de locura en sus ojos, era un investigador sin duda, eso le había hecho acercarse sin miedo a sus fauces.

-y tu audición?- tomo un otoscopio y resiso las orejas de Biolobo. –háblame de ella?

-normal…-murmuro pero al sentir la mirada insistente de cesar suspiro. –lo siento para mi es normal, pero si es más sensible que la de un humano común.

-interesante.- le dejo por un segundo y anoto algunas cosas en unas hojas. –y tus cuerdas bucales? Son humanas? puedes aullar?

-puedes hablar?- Biolobo sonrió malicioso y sin previo aviso lanzo un aullido que recorrió todo el laboratorio de cesar y más.

-simplemente impresiónate.- cesar casi se quedaba sordo, ese aullido tenía un alcance extraordinario. –y tus órganos reproductivos?

El lobo se tensó de golpe y le miro esperando que el latino se riera por su cara sonrojada y le dijera que era una broma, Pero aquello no paso. El chico de cabellos negros parecía muy serio con su pregunta.

-que quieres saber de eso?- le pregunto el lobo blanco desviando la mirada, queriendo disimular ese sonrojo en su cara. Pero cesar le había visto, era muy notorio en su piel blanca, demasiado lindo.

-mmmh…comencemos por lo básico, te parece?- cesar se agacho y le susurró al oído – eres fértil?

Las orejas del evo se bajaron de golpe, denotando el nerviosismo del EVO. Aquel susurro le había provocado unos escalofríos deliciosos, aunque no quisiera admitirlo.

-eso...eso no es de tu incumbencia.- Biolobo gruño.

-tus orejas son suaves.- el latino pareció ignorar esas palabras, le  había interesado más la sensación de aquellos apéndices caninos que habían rozado su nariz al moverse. –has tenido descendencia?

-que tú crees que soy un perro en celo o qué?- el lobo trato de levantarse. –soy el general de van Kleiss, no tengo tiempo de esas cosas!- sus mejillas se tiñeron de un carmín intenso, aquel era un tema que no tocaba muy a menudo.

-hey, solo pregunto.- el latino se alejó y tomo algo de unos estantes. –Bueno, tomando esa respuesta consideración…- el chico sonrió con malicia y puso un pequeño bote trasparente enfrente del evo. –vas a tener que darme una muestra de tu semen.

La cara del evo era un poema, y su silencio hizo reír al latino.

-yo solo quiero saber si los nanites no han afectado el sistema reproductivo de los EVOS. –con un pequeño golpecito empujo el vaso de muestras hacia el lobo. –lo haces tú o lo hago yo?

-.-.-.-.-.-.-.-.-fin del capítulo >w<-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
(1) recuerden que el idioma original de la serie es el inglés, y cesar habla español.
(2) membrana, similar a un espejo, que poseen algunos mamíferos depredadores detrás del cristalino del ojo que refleja la luz y les permite ver de noche. (Según me dijeron XDU)


Uuh al parecer esto se está tornando candente XD jojo, BD si quieren saber que pasara entre Cesar y su espécimen, déjenme un review >w< miiu eso me motiva a escribir XD wiii

Muchas por haber leído el primer capítulo, espero les haya gustado. Ah y pues por ahí en mi galería hay algunos dibujos de Biolobo humanizado n.n